domingo, 18 de junio de 2017

Otro capítulo en la tragedia de la Costa Verde, por Angus Laurie

"En las últimas tres décadas, los limeños han sido testigos de varios capítulos de la tragedia de este eje, empezando con la pérdida de la arena en la playa La Herradura"


Barranco

Playa Los Yuyos de la Costa Verde, en Barranco. (Foto: El Comercio)
El Plan de Desarrollo Metropolitano de 1990 estableció la Costa Verde como una prioridad para la integración de la ciudad, proponiendo la consolidación de “actividades recreativas, turísticas y culturales… desde La Punta hasta Chorrillos”. El Plan Maestro de la Costa Verde de 1995 repite la misma visión. La concepción de la Costa Verde como un corredor consolidado que pueda integrar la ciudad es muy potente y debe ser priorizada. Sin embargo, a pesar de innumerables planes, la Costa Verde sigue siendo fragmentada y, en su mayoría, abandonada.

En las últimas tres décadas, los limeños han sido testigos de varios capítulos de la tragedia de este eje, empezando con la obra para la vía La Araña en 1983 que resultó en la pérdida de la arena en la playa La Herradura. Por otro lado, muchos vecinos han perdido por completo su confianza en la habilidad de las autoridades en representar sus intereses al respecto de iniciativas privadas a lo largo de la Costa Verde. En general, las concesiones para restaurantes y clubes se han traducido en grandes cajas cerradas. En general, estos proyectos han ido en contra de la visión del plan maestro, resultando en un espacio público cada vez más fragmentado y menos activo o accesible.

En este contexto, no es sorprendente que algunos vecinos de Barranco hayan protestado contra la aprobación del proyecto Ana María para construir dos restaurantes, una sala de conferencias y un nuevo muelle turístico en Barranco, cerca del Barranco Marina Club y al lado de la playa Los Yuyos. El proyecto ya cuenta con la aprobación de la Municipalidad de Barranco, y el espigón y restaurantes tienen aprobación de la Marina de Guerra.

Sin duda, la participación de la inversión privada para consolidar la Costa Verde es algo urgentemente necesitado. El problema con el proyecto Ana María es que esta zona de Barranco es una de las partes más consolidadas y más activas de la Costa Verde. En otras palabras, es donde la inversión privada tendrá un menor impacto positivo y, quizá, un mayor riesgo de que constituya un siguiente capítulo para la tragedia se cierne sobre este corredor urbano.

Justamente, el otro día murieron cuatro soldados en un entrenamiento militar en la playa Marbella, en Magdalena del Mar. Además de contar con olas grandes, esta zona fue formada artificialmente por desmonte. Hoy en día, es muy contaminada y poco segura para bañarse. Más que en Barranco o Chorrillos, es en playas como Marbella, junto con las de San Isidro, San Miguel y Callao, donde la inversión privada sería sumamente importante para activar y consolidar el espacio público. Allí, la construcción de espigones no solamente puede ser un beneficio privado, sino también una estrategia para formar playas artificiales y crear áreas seguras para nadar.
http://elcomercio.pe/lima/patrimonio/capitulo-tragedia-costa-verde-angus-laurie-433617

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